Compost desde adentro

 Alguna vez te preguntaste cómo se produce el proceso del compost?  
Si te surgió esta inquietud aquí te traemos la respuesta y si no, 
no estará de más que lo sepas.
 hacer compost a partir de las sobras - compost fotografías e imágenes de stock

La transformación de los orgánicos en una compostera cuenta con cuatro fases bien diferenciadas. Si bien cada etapa posee una extensión temporal estimativa, al constituir un proceso natural su precisión dependerá de un conjunto de factores que se interrelacionan, como el clima, la temperatura, la oxigenación y la composición de los elementos, entre otros. Asimismo, si a la compostera le vamos agregando material de forma frecuente las etapas podrán no estar del todo diferenciadas, hasta que dejemos a la pila actuar y que se cumpla el ciclo. Las fases son: 

 - LATENCIA Y CRECIMIENTO: Una vez que alimentamos nuestra compostera con elementos orgánicos y le agregamos el material seco comienza la primera etapa. En este período se produce la aclimatación de los microorganismos y el inicio de la multiplicación y colonización en los residuos. Es una fase corta, de dos a cuatro días, que se caracteriza por el comienzo de la degradación de los desechos en manos de las bacterias.

 - FASE MESÓFILA: Esta fase dura aproximadamente dos semanas y se caracteriza porque la temperatura de la compostera comienza a elevarse por la acción de las primeras bacterias, de 10° a 40°. La pila comienza a calentarse y puede observarse la emanación de vapor de agua en la parte superior. Se produce dióxido de carbono y se provoca la disminución del pH de la mezcla, que desciende de 7 a 5,5.

- FASE TERMÓFILA: Esta fase puede durar desde una semana a uno o dos meses, dependiendo de la composición de la pila y de las condiciones ambientales. La temperatura sigue ascendiendo hasta llegar a los 60° o 70°, por acción de la fermentación del compuesto. Hay gran demanda de oxígeno, se libera amoníaco y el pH asciende. Se produce la higienización o pasteurización del ecosistema, lo que provoca la destrucción de microorganismos, larvas y semillas, así como de bacterias patógenas. Con el tiempo, el proceso se estabiliza y disminuye la actividad biológica. Los microorganismos irán degradando paulatinamente la celulosa y lignina restantes, lo que dará como resultado la aparición de sustancias húmicas.

- MADURACIÓN: Este período es el más extenso. El compost que se cosecha y se deposita en un recipiente, puede ser una bolsa o similar con algo de aireación, requiere de 3 a 9 meses para estabilizarse. Aún pueden verse pequeños trozos de materia orgánica que queda por biodegradarse. El pH se equilibra hacia la neutralidad y la temperatura disminuye a valores cercanos a los del ambiente. En esta fase se produce la colonización de la mezcla por microorganismos que terminarán de degradar los materiales más resistentes.    

Una vez que se cumplen las cuatro etapas el compost está listo para aplicarse. Como la última fase es la más extensa, podemos esperar los meses necesarios, aproximadamente 9, para que se consolide la madurez o aplicarlo antes.

Así, es considerado compost maduro aquel que su proceso de biodegradación se completó íntegramente en alrededor de 5 a 9 meses. Tiene apariencia terrosa, no se perciben restos significantes de materia orgánica, salvo algunos pequeños trozos resistentes, como las cáscaras de huevo, carozos o pelos, que llevan mayor tiempo de descomposición. Asimismo, presenta textura terrosa y oscura, con olor a tierra.

El compost fresco es aquel que su proceso de biodegradación llevó de 2 a 4 meses. Si bien tiene apariencia terrosa, es granulado y pueden percibirse pequeños restos de materia orgánica que aún restan biodegradar.

Una vez que tenemos nuestro producto natural podemos aplicarlo a otros ecosistemas, ya sean un campo, patio, jardín o maceta. Muchos especialistas recomiendan aplicarlo en los meses de otoño o primavera, porque el suelo está más estable en cuanto a su temperatura, pero no es obstáculo que se utilice en otros momentos del año, según el cultivo y el tipo de compost resultante.

Si la mezcla no está del todo madura, podemos utilizarlo como sustrato de suelo que implica brindarle protección frente al clima, los cambios bruscos de temperaturas, especialmente frente a las heladas. Además, previene el crecimiento de malas hierbas. Se esparce en capas de aproximadamente 5 centímetros. También, puede aplicarse bajo la superficie, como abono, y es bueno para proveer nutrientes esenciales.

 
En caso del compost maduro se utiliza preferentemente como abono de los suelos, mezclado con tierra en las primeras capas. Su principal característica es la de ser un buen estructurante, ya que retiene agua y aporta nutrientes fundamentales para el suelo, como nitrógeno, fósforo y calcio. Se puede aplicar como sustrato en el caso de renovación o siembra de césped, en una fina capa superficial de aproximadamente 2 centímetros.

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